El auge del trabajo remoto ha generado una transformación profunda en nuestra forma de trabajar, pero también ha traído beneficios medioambientales que a menudo pasamos por alto.
Por ejemplo, al reducir los desplazamientos diarios, disminuyen considerablemente las emisiones de CO₂ asociadas al transporte. También se produce un ahorro en el consumo energético, ya que muchas empresas reducen su dependencia de grandes oficinas climatizadas y altamente consumidoras de recursos.
Además, el teletrabajo promueve prácticas más sostenibles como la reducción del uso de papel, la minimización de residuos plásticos y un consumo más responsable. Todo esto se traduce en un menor impacto ambiental, mientras mejora la calidad de vida de las personas trabajadoras.
En R2 Innovación defendemos modelos laborales flexibles que fomenten tanto el bienestar individual como la sostenibilidad colectiva. Apostar por el trabajo remoto es apostar por un futuro más verde, eficiente y humano.